Odontopediatria
Dientes que regalan sonrisas!
jueves, 25 de febrero de 2016
Bruxismo infantil o niños que rechinan los dientes
El bruxismo en los niños por lo general no afecta su salud oral, sin embargo en algunos casos puede llegar a producir dolores de cabeza y de mandíbula, momento en el que es necesaria la intervención de un dentista pediátrico.
Los padres deben saber que cuando su hijo se queja de un dolor en la mandíbula por la mañana o si al pasar por su habitación mientras duerme se siente un ruido a molienda suave, son indicios de la presencia de bruxismo.
Rechinar los dientes (Bruxismo) generalmente pude manifestarse en los niños, cuando llegan a la edad de cuatro o cinco años, desapareciendo por sí solo a la edad de 10 años. Como dato importante para los padres según los estudios se ha evaluado que hasta el 30 por ciento de los niños desarrollan el bruxismo en algún momento.
Entre los síntomas que pueden avisar de la presencia de bruxismo además de rechinar los dientes, se encuentra el aumento de la sensibilidad dental, opresión de los músculos de la mandíbula, dolores de oído, dolores de cabeza matutinos, dolor facial y lesiones en el interior de las mejillas.
Los especialistas explican que las causas del bruxismo aún no se entienden completamente, pero las teorías más aceptadas consideran que el estrés puede ser un motivo esencial que induce a la molienda de los dientes, sin embargo otros, creen que se debe a problemas de mordida por una mala alineación dental.
En el caso de los niños como la condición se manifiesta antes de que los niños pierdan sus dientes de leche, presenta poco riesgo de daño permanente, aunque los dolores de cabeza leves y dolor en la mandíbula son los síntomas molestos que deberán soportar hasta que sea tratado por un profesional.
¿A qué edad deben empezar los niños a ir al dentista?
La mayoría de los padres se hacen la misma pregunta: ¿A qué edad deben empezar los niños a ir al dentista? se recomienda que empiecen a ir al dentista a partir de los 3 años para una primera toma de contacto, comprobar el estado de los dientes temporales y explicarles las técnicas de higiene oral.
Lo importante de estas primeras visitas es conseguir que entiendan que acudir al dentista es algo normal y necesario, y que acudiendo a sus visitas periódicas se conseguirán tratar y prevenir cualquier afección que pueda aparecer en un futuro.
Más adelante, cuando ya hayan salido todos los dientes definitivos, es cuando será importante realizar las visitas anuales para tener un mayor control sobre la evolución de la boca y realizar las correcciones pertinentes en caso de que sean necesarias.
Algunos de los tratamientos más frecuentes en niños son:
- Higienes dentales
- Prevención y tratamiento de las caries
- tratamientos pulpares: pulpectomías y pulpotomías
- Mantenedores de espacio y/o expansores.
- Estudios de anomalías dentarias
miércoles, 24 de febrero de 2016
Odontopediatria; Chupetes, lo bueno y lo malo
El chupete representa uno de los hábitos más difíciles de romper en un niño y una tarea más difícil aun para sus padres, pero casi es inevitable atravesar por esta situación, que tiene sus pros y sus contras.
A través de décadas se ha mantenido un gran debate sobre el uso de chupetes, sin embargo se puede asegurar que no hay pruebas fehacientes que demuestren exactamente sus efectos, según un estudio publicado en la revista de Odontología General.
Por lo general la creencia popular envuelve a los chupetes en un halo negativo para el desarrollo del bebé, sin embargo existen algunos efectos positivos que se pueden destacar, dicen los especialistas de la Junta Americana de Odontología Pediátrica.
Un rasgo positivo de los chupetes es que representan una ayuda para reducir la incidencia del síndrome de muerte súbita del lactante, ya que los bebés que lo utilizan, se ha evaluado que no duermen tan profundamente como los que duermen sin un chupete. Además los chupetes proporcionan una fuente de consuelo para los niños, cuando son destetados.
Pero también el chupete tiene su lado negativo que los padres deben tener muy en cuenta en lo que respecta a la salud bucal de su hijo, cuando se extiende el uso del chupete más allá de los 2 años de edad, ya que hasta ese momento, cualquier problema dealineación dental o el desarrollo del hueso, generalmente puede corregirse dentro de un período de 6 meses después de haber dejado el habito.
Por lo tanto el uso prolongado del chupete, así como el hábito de chuparse el dedo, puede motivar problemas orales, en lo que respecta a la alineación de los dientes y los cambios en la zona del paladar superior.
También se deberá tener muy en cuenta que existe una asociación entre el uso del chupete y la otitis media, o sea las infecciones agudas del oído.
La lactancia evita problemas de mordida en el bebé
Los niños que son amamantados durante al menos 1 año, han demostrado tener un menor riesgo a padecer algunos problemas de mordida entre las edades de 3 y 5 años.
Estos resultados provienen de un estudio llevado a cabo en Brasil, donde se incluyeron 153 niños evaluados durante los primeros 6 meses de vida, a través de un cuestionario a sus padres, en el que respondieron preguntas sobre:
-El uso del chupete
-El uso del biberón
-La succión del pulgar
Las mismas preguntas se realizaron de nuevo cuando los niños llegaban a las edades de entre 3 y 5 años, ya que para entonces casi la mitad de ellos, exactamente un 48 por ciento, presentaban algún tipo de problema de mordida. Para tener un parámetro los dentistas llaman problemas de mordida a las “maloclusiones“, situación que se produce cuando los dientes superiores e inferiores no se juntan adecuadamente.
En este estudio, los investigadores analizaron un problema de mordida llamado distoclusion, la cual ocurre cuando los dientes inferiores están detrás de los dientes superiores, en el momento que la boca está cerrada.
Los investigadores encontraron que los niños alimentados con leche materna durante 12 meses o más, presentaban un riesgo inferior del 56 por ciento a este problema de mordida, en comparación con los niños amamantados durante períodos de tiempo más cortos, tomándose en cuenta otros factores que podrían afectar a la alineación de los dientes, los que incluían el uso del chupete y el biberón.
Otro estudio encontró que la lactancia durante 12 meses o más también reduce el riesgo de un tipo diferente de problema de mordida, llamado mordida abierta, condición en la cual los dientes frontales superiores e inferiores no se tocan cuando la boca está cerrada.
El estudio brasileño publicado en la revista de la Medicina de la Lactancia.
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